NUESTRA METODOLOGÍA

METODOLOGÍA ApS (Aprendizaje - servicio)

    El aprendizaje-servicio es una manera de aprender realizando un servicio a la comunidad. Se trata de aprender a ser competentes siendo útiles a los demás; el servicio proporciona sentido al aprendizaje y este aporta calidad al servicio que se presta. El alumnado es el protagonista en todo el proceso: aprende a conocer, aprende a hacer, aprende a ser y aprende a convivir y todo ello convirtiéndose en ciudadanos activos agentes de cambio.

    Un proyecto ApS parte de una necesidad, de una situación sobre la que hay que actuar para mejorarla. Con la experiencia que tenemos en el desarrollo de esta metodología hemos comprobado que se obtienen resultados muy positivos ya que todas las partes obtienen un beneficio: el alumnado adquiere un aprendizaje de forma autónoma y aplicado a su realidad y la situación sobre la que se actúa cambia considerablemente. Es el propio alumnado el que detecta la necesidad y participa de manera activa en la planificación y ejecución del servicio que se llevará a cabo. Realizar una acción útil y necesaria y obtener resultados tangibles en su entorno potencia en el alumnado la autoestima y esto se refleja en todos los ámbitos de su vida: a nivel académico, social y comunitario. Le capacita para afrontar dificultades y valorar distintas opciones y recursos para continuar. El hecho de considerarse agentes de cambio le da sentido a su aprendizaje y les proporciona una gran motivación ya que le permite aplicar sus conocimientos y habilidades en una práctica solidaria.

    El trabajo en equipo o grupos heterogéneos es esencial en el desarrollo de esta metodología. El alumnado pone sus talentos, capacidades y aficiones, es decir todas su habilidades al servicio del proyecto. Todos se benefician de las distintas aportaciones de cada miembro del grupo; todas las personas aprendemos de todas, incluidas las adultas. La tolerancia, la empatía, el respeto son valores que tienen que poner en práctica para poder planificar, organizar, gestionar, difundir, evaluar…..

    El aprendizaje-servicio conecta de manera natural con pedagogías activas donde el aprendizaje por proyectos, el aprendizaje significativo, cooperativo, la participación, reflexión crítica y la investigación en grupos convierten al alumnado en protagonista de su propio aprendizaje. Pero el ApS va más allá al situar al aprendizaje en un contexto real, en un entorno social. Lo que aporta de específico esta metodología es la finalidad social. Por otra parte, el uso de las tecnologías digitales es esencial durante todas las fases del proyecto, tanto para el alumnado como para el profesorado: la investigación, y documentación que permitirá analizar y profundizar en la necesidad o problema detectado, la comunicación, exposición, creación de contenidos, la formación y la difusión.

    De este modo pretendemos formar ciudadanos competentes capaces de transformar la sociedad en la que viven, de provocar cambios necesarios que repercutan no sólo en su persona sino en su entorno. El ApS le proporciona un contexto real donde poner en práctica sus aprendizajes y sus competencias. Trabajar sobre problemas sociales concretos proporciona una visión más realista del mundo donde vivimos, mejorando su percepción social, sintiéndose miembros activos de la misma. A su vez, el trabajo en red, conociendo asociaciones, iniciativas ciudadanas... les permitirá dar más significado a la causa en la que están implicados, potenciando su sentimiento de pertenencia a una comunidad o a la sociedad.

    El desarrollo de nuestros proyectos promueve la participación e implicación de la comunidad educativa ya que muchas de las actividades programadas serán integradas en la vida del centro demandando así la participación de docentes y familias. Nuestros proyectos están enfocados a la mejora de la convivencia en nuestro centro y en nuestro entorno más cercano. De este modo, muchos de los servicios que se propondrán repercuten directamente en todo el alumnado, profesorado y familias. Igualmente el desarrollo y difusión de los mismos tiene también la intención de motivar el nacimiento de nuevos ApS en nuestro centro.
 
    En el curso 2018/2019 comenzó a desarrollarse el primer proyecto ApS en nuestro centro, “Comisión Atenea”. Para el desarrollo del mismo se contó con los recursos de infraestructuras y materiales propios del centro y del alumnado, no hubo ningún tipo de presupuesto económico, pero sí mucha implicación por parte del alumnado, educadora social y una docente. De igual manera, durante el pasado curso 2020/2021 se comenzaron los proyectos “Themis” y “Diversum”: alumnado muy motivado, cuatro docentes y la educadora social dispuestos a dedicar su tiempo libre para llevar a cabo estos proyectos. Esto significa que siempre que hay motivación y ganas, el tiempo y los recursos se sacan de cualquier parte. Pero obviamente todo este trabajo se facilita y es más productivo a medida que los recursos (tanto materiales como de infraestructuras) aumentan.

    Nuestros proyectos se desarrollarán en tres fases:
  1. Preparación: 
    1. Determinamos la necesidad, la acción o servicio social y los aprendizajes que se llevarán a cabo. 
    2. Se determinan las entidades sociales con las que se colaborará y se acuerda cómo se realizará esa colaboración.
    3. Planificamos, definimos y organizamos el proyecto.
  2. Realización: 
    1. Preparamos al grupo: motivación, diseño y reflexión sobre los aprendizajes previos. 
    2. Se llevan a cabo los servicios, se difunde y se evalúan los aprendizajes.
    3. Cerramos el proyecto mediante una evaluación de los aprendizajes y los servicios llevados a cabo y sus efectos. Celebramos y pensamos en su continuidad.
  3. Evaluación multifocal: Autoevaluación, evaluación del grupo y sus miembros, el trabajo en red y la experiencia. La evaluación es continua, forma parte de todo el proceso. Estará presente desde el principio hasta el fin del proyecto, reflexionando sobre lo que se está consiguiendo para rectificar o adaptar las acciones para conseguir los objetivos propuestos. Evaluaremos tanto los aprendizajes como los servicios que se llevarán a cabo. El éxito de este tipo de evaluación radica en el hecho de compartir con el alumnado los objetivos del aprendizaje y del servicio que se va a llevar a cabo: ellos también podrán determinar qué aprendizajes van a alcanzar, así como saber qué esperamos de ellos y cuál es el resultado concreto que debe lograr el servicio. Así conseguiremos que el alumnado sea el protagonista de su propio aprendizaje y evaluación.


Y todo dentro del marco de la consecución de los OBJETIVOS DE DESARROLLO SOSTENIBLE.


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